¿Sabes lo mucho qué me gustan las personas con pecas? Son como la salsa de tomate, grumosilla, con manchitas, bueno, ¿la salsa de verdad eh?, no la que viene enlatada. Esa es lisa como la cara de un bebé.
Pero las pecas son cocomo la zanahoria rayada, que queda esparcida por toda la mesa y a la vez por ninguna parte. Tus pecas hacen los mismo, se esparcen por tu cara, y a la vez por ninguna parte, y yo soy esa ninguna parte. Así que podría considerárseme el contenedor de la zanahoria rayada. Tu contenedor. Qué triste, no voy a ser más que un recibidor de residuos mediante los cuales accedo a ti indirectamente. Estoy siempre, y no lo sabes. Esa bolsa de patatas fritas que comes acabara aquí. Y entonces yo la alisaré, cogeré una chincheta, y la pegaré en el corcho. ¡Quién pudiera arrancarte las pecas y colgarlas en un corcho!

3 comentarios:

Enrojecerse dijo...

a mí las personas con pecas me dan un no se qué tan bonito..:)

por cierto, te comento aqui, porque en el diario de Claire no he podido. Joder, que buen blog ese! Me ha encantado.

Unknown dijo...

A mí también me encantan las pecas :)

seres eléctricos dijo...

a mi me salen pecas en verano, já!
si cojes bolsas de patatas fritas te van a quedar las manso todas sucias.