¿Y ahora qué? ¿Escaparás?
Te tengo acorralado, no puedes dar un paso atrás, porque el frío cemento te frena.
Pero no puedo, no puedo besarte con esas cejas tan tuyas, tan arqueadas, con un gesto extraño que muestra miedo en tu ceño. No puedo, no puedo. No podré hacerlo hasta que apartes esos avellanas que tienes por ojos de encima de mi cuerpo. ¡Ciérralos, joder, ciérralos! Y aún sí sigo sin poder hacerlo, estoy tan cerca tuya que tu aliento y tu respiración agitada hace que mi piel se erice al completo.
Tus labios, oh mierda, no sería capaz de mancharlos con los míos, son tan estilísticos, tan delineados. Y tus orejas, escuchando mis mudas indecisiones, mis dudas, tus oídos apuestos y elegantes. Te tenía acorralado, pero ahora he caído en tu red. Y el frío cemento se apodera de mí, y mis latidos se aceleran, me he dado cuenta de que estoy a tres milímetros de tí.

3 comentarios:

seres eléctricos dijo...

A tres milímetros de su cuerpo. ¿Pero que pasa con su corazón?

P.D: que sepas tonta que mis uñas llevan estropeadas mil años ya.

seres eléctricos dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
seres eléctricos dijo...

Y ah si, Frigo y lo que le sigue.