Cenizas, polvo, y humo.


¿Qué somos, más que dos simples mortales?¿Somos algo más que una simple mota de polvo en este infinito universo? A lo mejor para los demás, no somos más que una colillas frías en el cenicero de ese bar triste y oscuro, pero, aunque yo sea alérgica al polvo, eres el mejor trocito de materia del mundo. Porque cuando tú apareces, los demás cuerpos se esfuman y se disuelven, pero tu figura, con un halo de misterio, se convierte en luminosa, mientras el fondo se llena de sombras y tinieblas. ¿Y qué? Sí, somos dos miserables trozos de mierda en esta vida, nuestros nombres no aparecerán en libros ni enciclopedias, pero en mi corazón, en mi corazón de ácaros, tu rincón es el más grande. Y ni todas las cenizas de todos los cigarros podrían alcanzar tu magnitud. Tu grandeza para mí. Volamos juntos en el humo de esta sociedad conformista, somos cenizas, sí, pero cenizas encendidas, con luz, y esa luz nunca se apaga, por muy gris que sea el humo.

No hay comentarios: