Contradicción y masoquismo.

Eres un soso. ¡ABURRIDO!, ¡RUTINARIO!, por dios mírame las piernas, déjate de protocolos, ¡sácame a bailar! Aprovéchate de esta pobre chica a punto de entrar en coma etílico, y cambia ese gesto de capullo por el que realmente tienes, que a mí no me engañas. Vale, ahora puedes irte, déjame en esa esquina con el maquillaje difuminado y con las pupilas dilatas, dame un beso en la frente y lárgate. Aunque me hubiera gustado que me dijeras "bueno nena, lo he pasado muy bien", ya no pido un te quiero, me contradigo, te suplico que seas un estúpido con aires narcisistas y ahora pretendo que seas un lord victoriano. Quizá solo sea la falta de roce, quizá solo sea eso lo que hace que me comporte así. Te lo advierto, o te despides de mí como es debido o te muerdo la pierna.

2 comentarios:

seres eléctricos dijo...

Cojo lo vas a dejar.
Ya sabes eso que dicen de que el roce hace el cariño.

Frigo-Frigo-Frigopié.

Mentira dijo...

jajajaja dios! me sacó una sonrisa rabiosamente extraña. me encantó!